India quiere erradicar el alquiler de vientres
El Ministerio de Salud de India propuso vetar la norma que permite el alquiler de vientres para extranjeros. El país asiático es uno de los mayores destinos para realizar la subrogación de vientres, una forma de explotación de la mujer que genera nuevos y sofisticados modos de comercio de niños, contrarios a nociones elementales de humanidad.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Centro de Bioética.
PONE FRENO AL TURISMO REPRODUCTIVO.
El Ministerio de Salud de India propuso vetar la norma que permite el alquiler de vientres para extranjeros, con el objetivo de frenar el turismo reproductivo en el país, dado que se convirtió en uno de los mayores destinos para realizar dichas prácticas. El anunció generó un alerta desde el aspecto económico por los miles de millones que genera la industria de la subrogación de vientres, una forma de explotación de la mujer que genera nuevos y sofisticados modos de comercio de niños, contrarios a nociones elementales de humanidad.
La norma busca enderezar este tipo de pedidos a los que califica de 'visa médica', para evitar la explotación de mujeres pobres como 'madres de alquiler'. De a poco se vuelve a tomar conciencia sobre el lugar que ocupa la persona humana, la cual hoy es convertida en objeto sometiéndola al sistema, en lugar de hacer el mismo funcional a aquélla. En Tailandia, otro de los países donde se realizaba el alquiler de vientre, dejó de realizarla tras el escándalo conocido como Baby Gammy. El caso involucró a un bebé con Síndrome Down -Baby Gammy- que nació a través del uso de alquiler de vientres, pagado por una pareja australiana, que al descubrir los rasgos genéticos propios del bebé decidieron abandonarlo.
Frente a ello, el mercado del alquiler de vientres se dirigió hacia Camboya. Allí, se establece en su legislación penal que se encuentra terminantemente prohibido el uso de intermediarios entre un padre adoptivo y una mujer embarazada y pena la intervención de una tercera parte en lo que hace al nacimiento de un menor. Ante esta situación, a modo de ejemplo, podemos mencionar que el Gobierno australiano advierte a quienes viajan para fines de turismo reproductivo que en Camboya el comercio sobre la subrogación de vientres es ilegal, al destacar que las consecuencias legales por aquélla actividad son la prisión y multas. Además, existe la advertencia de que las madres que requieran estos servicios pueden considerarse víctimas del tráfico de personas.