Iglesia en Directo ofrece «tres claves para entender el nuevo escándalo»
El espacio digital 'Iglesia en directo' brindó tres claves el nuevo escándalo de la difusión de documentos del Vaticano. "Se trata de un lanzamiento editorial preparado y pensado hasta los últimos detalles, precedido por una serie de noticias que en las pasadas semanas han intentando crear un clima de escándalo en el Vaticano, y que según varios analistas no parecen casuales: falsedades sobre la salud del Papa, supuestas confrontaciones entre personas de la Santa Sede, filtraciones de cartas de cardenales, etc", recordó.
Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Iglesia en Directo.
"¿UN NUEVO VATILEAKS?".
El espacio digital 'Iglesia en directo' brindó tres claves el nuevo escándalo de la difusión de documentos del Vaticano. En primer lugar, con el título "¿Un nuevo vatileaks?", recordó que la semana pasada dos editoriales italianas anunciaron la publicación de dos libros sobre supuestas anomalías en las finanzas de la Santa Sede, 'Via Crucis', de Gianluigi Nuzzi, conocido por la publicación, en mayo del 2012, de una serie de documentos robados en las habitaciones de Benedicto XVI, y por otro 'Avarizia' de Emiliano Fittipaldi. Ambos utilizan documentos filtrados procedentes de la Comisión referente al estudio y organización de las estructuras económico-administrativas de la Santa Sede (COSEA), que Francisco instituyó en 2013 para que le informaran sobre el estado de la economía en el Vaticano. Frente a ello, la Santa Sede afirmó que estudia posibles acciones legales, "recurriendo, si es necesario, a la cooperación internacional".
"En el libro de Nuzzi, además, se anuncia la transcripción de conversaciones reservadas con el Papa, que habrían sido grabadas sin autorización desde un teléfono móvil. Se trata de un lanzamiento editorial preparado y pensado hasta los últimos detalles, precedido por una serie de noticias que en las pasadas semanas han intentando crear un clima de escándalo en el Vaticano, y que según varios analistas no parecen casuales: falsedades sobre la salud del Papa, supuestas confrontaciones entre personas de la Santa Sede, filtraciones de cartas de cardenales, etc", sostuvo. Sobre el origen de las filtraciones, reiteraron que la Sala de prensa vaticana indicó que los principales sospechosos de estas filtraciones son el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la italiana Francesca Chaouqui.
"Estas dos personas eran miembros de la COSEA. Vallejo Balda fue arrestado tras su declaración y está en manos de la Oficina del Promotor de Justicia. Desde 2011, es secretario de la Prefectura para Asuntos Económicos. En 2013 Francisco lo nombró secretario de la COSEA, hasta que este organismo terminó su trabajo. Antes de llegar al Vaticano era el ecónomo de la diócesis de Astorga, España. Algunos medios de comunicación señalaron que pertenencia a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de presbíteros vinculada al Opus Dei. Francesca Chaouqui fue liberada con cargos por su colaboración en la investigación. Era uno de los ocho miembros de la COSEA. Tras terminar sus estudios de Derecho en la Universidad de La Sapienza, dirigió las relaciones públicas de la consultora 'Ernst&Young' en Italia. Con poco más de 30 años llegó a la comisión vaticana para el estudio de las cuentas. Un nombramiento que estuvo cargado de polémicas: informaciones falsas en su cuenta de 'Twitter' sobre una posible leucemia del papa Benedicto XVI, insultos a otros cardenales de la curia o presentarse falsamente como fiel del Opus Dei o haber descubierto sus fotografías personales indecentes. Además, es conocida su amistad con Gianluigi Nuzzi, el autor más identificado con los vatileaks", enfatizó al explicar el escándalo. Los imputados por el Vatileaks podrían ser penados por la Ciudad del Vaticano. "Será sancionado con prisión de seis meses a dos años o con una multa de mil a cinco mil euros. Si esa conducta tiene como objeto documentos o noticias que conciernen los intereses fundamentales o las relaciones diplomáticas de la Santa Sede o del Estado, se aplica la pena de prisión de cuatro a ocho años. Si el delito mencionado en el párrafo anterior se ha cometido culposamente, se aplica la pena de prisión de seis meses a dos años", reiteró 'Iglesia en Directo'.