Fallece la cristiana quemada viva por un musulmán en Pakistán

La cristiana de 20 años Sonia Bibi falleció en un hospital del Mutlan, en Pakistán, a causa de las graves quemaduras y por las heridas profundas provocadas por el musulmán Ahmed Latif, por haber rechazado un matrimonio islámico. "El homicidio de Sonia es fruto de una mentalidad corriente, difundida en la sociedad, que ve a los cristianos como ciudadanos de segunda clase, como seres inferiores. Ni siquiera merecen la mínima dignidad de seres humanos", lamentó el sacerdote católico pakistaní Bonnie Mendes. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.

DEBIDO A LAS GRAVES QUEMADURAS.

La cristiana de 20 años Sonia Bibi falleció el 4 de noviembre en un hospital del Mutlan, en Pakistán, a causa de las graves quemaduras provocadas por el musulmán Ahmed Latif, por haber rechazado un matrimonio islámico. Tenía quemaduras en más del 50 por ciento de su cuerpo, y por las heridas profundas, fue atacada por una infección que resultó ser irrevocable. Latif, de 24 años, fue detenido por la policía, que investiga el caso.

Desde el hospital, Bibi narró a las autoridades policiales el ataque brutal que padeció. La chica confirmó que tuvo un breve noviazgo con el joven musulmán, que se acabó por incompatibilidad. El homicidio contra la joven es fruto de una mentalidad que considera inferiores a los cristianos. "El musulmán se considera superior, no puede aceptar una negativa. La chica cristiana es considerada un cero a la izquierda, un ser a merced del hombre, un objeto que puede usar como le dé la gana. Ninguna dignidad humana se le reconoce. El homicidio de Sonia es fruto de una mentalidad corriente, difundida en la sociedad, que ve a los cristianos como ciudadanos de segunda clase, como seres inferiores. Ni siquiera merecen la mínima dignidad de seres humanos", lamentó el sacerdote católico pakistaní Bonnie Mendes, que colabora con Caritas Internationalis y con el Pontificio Consejo Justicia y Paz.

"Esta es la realidad. Como cristianos, nuestro referente es Cristo en la cruz. El cordero conducido al rastro. Cristo amó también a sus agresores, a los enemigos y a los perseguidores. Nuestra vida está en manos de Dios. Entregémosle también la vida de Sonia Bibi, chica inocente. Los cristianos de Pakistán aprenden de Cristo", sostuvo Mendes. Además, imploró que se produzca un cambio de mentalidad en la sociedad pakistaní, a través de la educación, del diálogo, para que las "nuevas generaciones que se da principalmente en las escuelas", donde finalmente "la idea de discriminación de las minorías no musulmanes puede ser desenraizada gradualmente".