Círculo Itálico B: «Es inconcebible hablar de la familia sin decir una palabra del celibato por el Reino»

Seguimos publicando aportaciones del Sínodo de la Familia. Este grupo, moderado por el cardenal Menichelli, consideró que "el objetivo de una pastoral eficaz sería ayudar a las familias a entrar en el misterio de la Familia de Nazaret, en su vida oculta, de trabajo y de comunidad, con sus penas y sus sencillas alegrías".

Autor: VenL. / Fuente: VIS.

COMENTARIO A 'INSTRUMENTUM LABORIS' II.

Cardenal Piacenza, relator.

En el debate sobre la Parte II, se destaca por unanimidad la necesidad de actuar sobre el texto para poner orden de manera constructiva en las diferentes secciones y para valorizar mejor el contenido. Se ha confeccionado con dificultad un nuevo título —"La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo"— que implica un cambio no pequeño del tema y ​​del documento base en discusión, especialmente en esta parte.

Se ha planteado quitar algunos números; con respecto a algunos otros, se solicitó que los editores de contenido los armonizaran con lo que ya se ha expresado en otros lugares. Todas las indicaciones contenidas en los modi, así como las referentes a los cortes, están motivadas por el deseo de lograr una mayor cohesión y eficiencia de los textos.

Se ha identificado la necesidad de adoptar, en la descripción y evaluación de la experiencia, un estilo y un criterio sapienciales. Por otra parte, en cuanto a los títulos de algunas partes que aparecen bajo el término de “problema”, es recomendable que se los identifique con términos positivos.

Como en la Parte I, en esta sección también nos sentimos obligados a reportar la falta de referencias a la palabra de Dios y la casi total ausencia de referencias a la tradición de la Iglesia. Para una base bíblica fundante y pastoralmente utilizable se podía utilizar el Génesis, teniendo en cuenta que el mismo Jesús refiere aquel texto: En el principio… Por lo tanto se ha propuesto y entregado a la Secretaría una propuesta específica que amplía el contenido del nº 44: “La familia en el plan salvífico de Dios.”

En un esfuerzo por lograr una mayor claridad y coherencia en el lenguaje y una mayor lógica en el contenido del capítulo II, se ha sugerido el título “la vocación de la familia hoy” así como su división en tres partes (1. La familia en el plan de Dios;  2. La vocación de la familia en la Iglesia; 3. La familia en camino hacia su plenitud). Así, dentro de ellas se puede reorganizar y clarificar el contenido del texto.

El tema de la relación matrimonio-jóvenes desafía toda la actividad pastoral de la Iglesia. Se trata de saber comunicar la belleza atrayente del matrimonio frente a las previsiones temerosas expresadas en la difusa “cultura de lo pasajero”.

Aun así, los Padres del Círculo tuvieron en cuenta el hecho de que, especialmente en la teología oriental, es inconcebible hablar de la familia sin decir una palabra del celibato por el Reino. El matrimonio no es la única posibilidad para la persona. Tal vez una indicación de este tipo encajaría inmediatamente después de hablar de la indisolubilidad. De hecho no hay una sola manera de hacer familia, también hay una forma que se puede llamar “familia discipular”. Cuando Jesús trajo la Buena Noticia sobre el matrimonio, también abrió una perspectiva al discipulado.

Se recomienda una alianza renovada entre las diferentes formas de la vocación al amor: el matrimonio, el sacerdocio, la vida consagrada. En la comunión de vocaciones se lleva a cabo un fructífero intercambio de regalos, que anima y enriquece la comunidad de la Iglesia. Vivimos en una época que requiere la capacidad de “estar cerca” para acompañar, para aceptar, para perdonar. De este modo, familia y vida consagrada pueden aprender a acompañarse y apoyarse la una a la otra, a ayudarse en sus dificultades, y también a experimentar nuevas formas de comunión y participación.

En el texto aparecen repetidamente las palabras “naturaleza” y “natural”, de gran importancia en la tradición filosófica y teológica cristiana, concebidas en términos de construcción. Por cierto, se sugiere no pasar por alto la consideración de que tales términos, en los círculos culturales con los que interactúa, no son unívocos y son difíciles de entender para la gente común; tampoco son fáciles de usar a nivel pastoral.

Desde el instituto del Sínodo difícilmente se podía satisfacer la necesidad de ordenar en un documento exhaustivo la compleja y diversa doctrina sobre el matrimonio y la familia; surge la necesidad, por un lado, de pedir un documento magisterial que pueda satisfacer esta necesidad; y por otro, un esfuerzo para verificar los aspectos pastorales relacionados con el tema. En este sentido, los Padres expresaron la necesidad de considerar la misión propia de la mediación pastoral en la transmisión de la Doctrina. Se hace necesario y urgente supervisar los idiomas utilizados y evaluar la comprensión real de lo que se expresa.

La verdad cristiana es la Persona de Cristo, que eligió nacer, crecer, vivir en una familia y, hasta la fecha, no ha dejado de comunicar su anuncio, pero ello no implica que siempre esté correctamente formulado: debe ser capaz de irrigar la tierra (Isaías 55, 10) verdaderamente. El objetivo de una pastoral eficaz sería ayudar a las familias a entrar en el misterio de la Familia de Nazaret, en su vida oculta, de trabajo y de comunidad, como es la de la mayoría de nuestras familias, con sus penas y sus sencillas alegrías; vida entretejida con paciencia serena en la adversidad, con el respeto a la situación de cada uno, vida de aquella humildad que libera y florece en el servicio, vida de fraternidad, que surge de ser parte de un solo cuerpo, y que es bendecida por el Señor.

 

Traducido al castellano por David Saiz para VenL.