Francisco: «El desafío es tutelar su derecho a un trabajo, su vocación a la maternidad, y su presencia en la familia»

El Pontífice pidió que la actividad empresarial y económica utilice una "ética que ponga en el centro a la persona y a la comunidad" y se respete la dignidad de los trabajadores, en especial de las mujeres, que tienen la vocación de ser madres. "Se debe pensar especialmente en las trabajadoras, puesto que el desafío es tutelar al mismo tiempo su derecho a un trabajo plenamente reconocido tanto en su vocación a la maternidad como a la presencia en la familia", enfatizó el Papa.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

"LA MUJER DEBE SER CUIDADA".

Francisco afirmó que la mujer debe ser cuidada y que uno de los actuales desafíos es "tutelar su derecho a un trabajo, su vocación a la maternidad, y su presencia en la familia", al recibir el 31 de octubre pasado, en audiencia a la Unión Cristiana de Emprendedores Dirigentes (UCID), una asociación privada de fieles regulada según el código de Derecho Canónico y cuya misión principal es desarrollar la Doctrina Social de la Iglesia en la actividad empresarial.

El Pontífice pidió que la actividad empresarial y económica utilice una "ética que ponga en el centro a la persona y a la comunidad" y se respete la dignidad de los trabajadores, en especial de las mujeres, que tienen la vocación de ser madres. "Es decisivo tener una atención especial por la calidad de la vida de los empleados, que son el recurso más preciado de una empresa, en particular para favorecer la armonía entre trabajo y familia. Se debe pensar especialmente en las trabajadoras, puesto que el desafío es tutelar al mismo tiempo su derecho a un trabajo plenamente reconocido tanto en su vocación a la maternidad como a la presencia en la familia", enfatizó.

"La mujer debe ser cuidada, ayudada en este doble trabajo: el derecho de trabajar y el derecho de la maternidad. Calidad es también la responsabilidad de las empresas por la defensa y el cuidado y por realizar un progreso, más sano, más humano, más social y más integral", aseveró el Papa. Asimismo, aseguró que la oficina y la propia empresa en la que se trabaje pueden ser "lugares de santificación, mediante el empeño de cada uno en construir relaciones fraternas entre emprendedores, dirigentes y trabajadores, favoreciendo la corresponsabilidad y la colaboración  en los intereses comunes".