Arzobispo Arancedo: «Indisolubilidad, unidad y fecundidad son valores que pertenecen al matrimonio»

El arzobispo de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, recordó que el Sínodo reflexiona siempre a partir de su carta orgánica, que es el Evangelio. "Ahí está el sentido de lo que es el hombre, que fue creado varón y mujer, y fue llamado al encuentro en el amor y a la fecundidad. Cristo lo eleva a sacramento, y de ahí la indisolubilidad, la unidad, la fecundidad, valores que pertenecen al matrimonio y a la familia. Eso la Iglesia no lo cambia, pero hay que vivirlo hoy", sostuvo Arancedo.

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

TRAS PARTICIPAR DEL SÍNODO DE LA FAMILIA.

El arzobispo de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, afirmó que "indisolubilidad, unidad y fecundidad son valores que pertenecen al matrimonio​" y que "es importante recuperar el sentido salvífico y misional de la familia cristiana", dado que la familia "no es algo ajeno, sino algo constitutivo de nuestro ser", tras regresar al país luego de participar en el Sínodo de los Obispos dedicado a la familia.

El prelado aseguró que los padres sinodales hablaron de la vocación y de la misión del matrimonio, y por eso de la familia. Recordó que el Sínodo reflexiona siempre a partir de su carta orgánica, que es el Evangelio. "Ahí está el sentido de lo que es el hombre, que fue creado varón y mujer, y fue llamado al encuentro en el amor y a la fecundidad. Cristo lo eleva a sacramento, y de ahí la indisolubilidad, la unidad, la fecundidad, valores que pertenecen al matrimonio y a la familia. Eso la Iglesia no lo cambia, pero hay que vivirlo hoy, y eso marca para la Iglesia un momento de reflexión y de pensamiento", sostuvo Arancedo. El presidente de la CEA reiteró que para el "matrimonio hay que prepararse". "La vida del matrimonio conlleva la responsabilidad de los esposos en la transmisión de la vida y la paternidad responsable. La Iglesia respeta ese espacio en la intimidad y de responsabilidad de los esposos, ponderando los medios naturales que están en el marco creativo de Dios, pero siempre dando lugar al espacio a la conciencia del hombre", enfatizó. Arancedo aseveró que sobre el tema de la comunión los divorciados en nueva unión la Iglesia "no ha dicho que los divorciados vueltos a casar pueden comulgar". Además, recordó que el Sínodo no emite un documento, sino que genera propuestas al Papa para que él piense, elabore y, si cree oportuno, dé una exhortación apostólica para marcar las orientaciones pastorales para el matrimonio.