El cardenal Napier aclara sobre la carta de los 13 cardenales a Francisco

El cardenal Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban, Sudáfrica, fue preguntado el pasado martes, en el marco oficial de la rueda de prensa diaria del Sínodo moderada por el padre Federico Lombardi, sobre la carta de 13 cardenales dirigida a Francisco que él firmó. Napier aclaró el motivo de preocupación: "parecía que una particular ideología o agenda estaba en marcha".

Autor: VenL. / Fuente: Chiesa Espresso.

"EN EL ESPÍRITU DE FRANCISCO: 'HABLAD HONESTAMENTE'".

Cardenal Napier, usted ha respaldado un libro escrito por uno de nuestros compañeros de profesión, en el que supongo que usted ha colaborado, y que en sustancia acusa a la Secretaría del Sínodo y a otros de haber manipulado el Sínodo. Trece cardenales han escrito una carta al Papa al inicio de esta asamblea expresando preocupación respecto a irregularidades en la metodología. ¿Usted se ha disociado o tal vez pueda aclararnos si ha colaborado también en esta carta? Hoy nos acaba de decir que la metodología le gusta. ¿Qué ha cambiado en este Sínodo respecto a la última asamblea? ¿Ha sido suficiente que el Papa haya garantizado que va bien? ¿O bien tiene algún otro motivo? Porque no parece que la metodología haya cambiado de manera drástica. ¿Nos puede por lo menos explicar qué ha cambiado en su mente, visto que ahora se considera satisfecho respecto a la última Asamblea? Gracias.Creo que lo primero que hay que decir es que en el Sínodo anterior había algunos elementos que eran motivo de preocupación. Y uno fue presentar la relación intermedia como si hubiera sido un producto del Sínodo, como si formara parte de la deliberación del Sínodo. Y esto no era verdad porque recibimos el documento casi una hora después de que lo recibieran ustedes, los medios de comunicación. Sólo en ese momento pudimos empezar a leerlo. Y ese documento ya decía cosas que yo sabía que habían sido dichas en el aula por dos o tres personas como máximo, pero que en cambio eran presentadas como si hubieran sido la reflexión del Sínodo.

Bien, esto daba ciertamente la impresión de que el Sínodo había tomado una cierta dirección. Yo formaba parte también de la comisión que redactó el documento final. Y también allí había algunas materias que, de nuevo, tomaban una cierta dirección. Por consiguiente, en este sentido parecía que una particular ideología, o agenda, o como se quiera llamarla, estaba en marcha. Y la carta a la que usted hace referencia es, por cierto, una carta privada de cardenales y obispos dirigida al Papa y escrita en el espíritu de lo que el Papa Francisco había dicho al inicio del Sínodo del año pasado, cuando dijo: "Por favor, hablad abierta y honestamente, pero escuchad con humildad". Y estaba dirigida a él con este espíritu.

El Papa Francisco respondió enseguida con la declaración que hizo al día siguiente, pienso, de haberla recibido. Y esto ha marcado una diferencia enorme en el grado de seguridad y confianza, porque las preocupaciones han sido tomadas en consideración, se ha prestado atención a las mismas y a partir de ese momento todos hemos ido a trabajar al Sínodo con todo nuestro potencial. Y pienso que esto es lo que he experimentado y es el motivo por el que considero que este Sínodo retoma su andadura desde donde la había dejado esa primera semana del Sínodo precedente, cuando todos éramos optimistas y estábamos impacientes por trabajar juntos en serio, como un equipo, sobre las cuestiones, con esa sinodalidad – al Papa le gusta tanto usar estas palabras, colegialidad y sinodalidad –, trabajando juntos como colegas en la dirección de lo que es mejor para la Iglesia.