Arquidiócesis de Cuba pide reconocer de una vez por todas el lugar de la Iglesia en la sociedad

El semanario católico de la Arquidiócesis de La Habana, 'Palabra Nueva', afirmó que "un paso coherente sería reconocer" el lugar de la Iglesia, no "solo a la Iglesia como institución, sino en toda su composición, desde los laicos hasta los obispos, pasando por el clero y toda la vida consagrada", dado que "todos tenemos un lugar y una misión en la sociedad". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Fides.

"SU TRIPLE MISIÓN: CULTUAL, CARITATIVA Y PROFÉTICA".

Foto: Captura de pantalla Palabra Nueva.

El semanario católico de la Arquidiócesis de La Habana, 'Palabra Nueva', pidió reconocer, de una vez por todas, el lugar de la Iglesia en la sociedad, en su editorial titulada 'Después de la visita del Papa Francisco'. Allí, reflexionó sobre la situación de Cuba  a nacional e internacional. "Un paso coherente sería reconocer, de una vez por todas, el lugar que corresponde a la Iglesia en la sociedad y su triple misión: cultual, caritativa y profética", enfatizó.

"No me refiero solo a la Iglesia como institución, sino en toda su composición, desde los laicos hasta los obispos, pasando por el clero y toda la vida consagrada, pues todos tenemos un lugar y una misión en la sociedad. El deseo de compromiso es alto, pero no está acompañado por las leyes y estructuras sociales", aseguraron a nivel local. Sobre la situación internacional sostuvieron que "después de décadas de confrontación fría y caliente, Cuba y Estados Unidos restablecían relaciones, y el Papa Francisco había intervenido en un momento crucial del proceso y dejado ahí su huella de Pastor".

La editorial del semanario cubano afirmó que "no está bien pretender que la Iglesia se ocupe solo de las cosas de Dios en el templo y mantenerla aislada del ámbito social, y aceptar su participación social cuando conviene a los políticos". "La perspectiva no debe ser qué conviene a la Iglesia o qué conviene a los políticos, sino qué es lo más conveniente, beneficioso y útil para la sociedad y para los ciudadanos… un paso necesario sería remover definitivamente las restricciones que pesan sobre todas las instituciones religiosas y permitirles desarrollar su trabajo libremente. Ya es hora. Si la religión no es el opio del pueblo, ¿quién tiene interés en mantener encendida una pipa virtual o difundir una droga artificial?", aseveró.