Concluyó con éxito el XII Congreso del Instituto de Bioética de la UCA

Del pasado 13 al 15 de octubre se celebró en el aula 'Cardenal Pironio' del edificio 'San José' de la UCA bajo la temática 'La Bioética Personalista al servicio de la Dignidad del Hombre. Nuevos rumbos: de Aparecida a Evangelii gaudium'.

Autor: VenL. / Fuente: Redacción VenL.

LLAMAN A AUNAR DEFENSA DE LA DIGNIDAD HUMANA Y TESTIMONIO.

El Congreso estuvo organizado por el Instituto de Bioética de la Facultad de Ciencias Médicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina y por la Federación de Centros e Institutos de Bioética de Inspiración Personalista (FIBIP). Entre los ponentes se encontraban 12 miembros de la Pontificia Academia para la Vida: monseñor Alberto Bochatey OSA (Argentina), monseñor Fernando Chomali (Chile), Dalton Luiz de Paula Ramos (Brasil), Gilberto Gamboa Bernal (Colombia), Rodrigo Guerra López (México), John Haas (Estados Unidos), Emilio Ibeas (España), Mark Maeurer (Suecia), padre Gonzalo Miranda (España), presbítero Rubén Revello (Argentina), Antonio Spagnolo (Italia) y Paulina Tabeada (Chile).

El Dr. Guerra inauguró el Congreso hablando sobre 'Un rumbo renovado para la bioética personalista a la luz de Aparecida, Evangelii Gaudium y Laudato Si'. Valoró el "amplio movimiento para la defensa de la persona humana, tal y como Juan Pablo II lo esbozó en Centesimus annus" que "eclosionó gracias a la labor intelectual, organizativa y pastoral" del cardenal Sgreccia, quien protagonizó el momento más emotivo del Congreso con su presencia a través de un mensaje de video. Guerra López llamó a pasar "de una actirud basada en la defensa a una nueva mentalidad basada en el anuncio alegre y gozoso del evangelio de la vida".

El padre RevelloDirector del Instituto de Bioética de la UCA y organizador del Congreso, disertó sobre 'Buena Nueva y dignidad de la persona', y avirtió que "la dignidad humana es un don que nos es dado por Dios, no algo que se arrebata con violencia". Revello ofreció una pauta para discernir las distintas concepciones del hombre que se proponen en nuestra cultura señalando que "la libertad es un test para cualquier antropología". También destacó que "las dos primeras buenas noticias que recibimos son la existencia propia y la de los demás", y motivó el compromiso con la promoción de la Buena Nueva de la dignidad de la persona preguntándose: "¿Dónde quedó la pasión profética de los Apóstoles? ¿Dónde escondimos la luz?".

Las diversas mesas de debate aportaron al Congreso dinamismo y capacidad de enriquecimiento mutuo. El Dr. Carlos Castro afirmó que "si la fe se vuelve un elemento funcional en un sistema, traiciona el mensaje de Jesús y su carácter martirial", y reivindicó: "es necesario volver a darle fuerza a la formación Metafísica y de Teología Fundamental en las Facultades de Teología".

El Dr. Ibeas señaló que "las dificultades pueden transformarse en vínculos de unidad para vencer los miedos", y que "no es progresista pretender resolver los problemas a costa de la vida de los demás". Por su parte el Dr Gamboa Bernal explicó que "las parejas homosexuales quieren colmar un deseo al margen de los recursos que tienen", y recordó que "la sociedad es frágil cuando se sujeta a las ideologías".

La Hna Zamuner apuntó que "la crisis de valores influye negativamente cuando hay que ponderar si la tecnología está al servicio del hombre o lo contrario", mientras que el Dr. Gonzalo Miranda afirmó que "si el hombre no reconoce su impotencia puede caer en la tentación de la prepotencia y en el delirio de la omnipotencia".

El Dr. Haas tuvo una destacada intervención 'Sobre algunos desafíos culturales actuales de la Bioética personalista'. Lamentó que "en nombre del respeto a la dignidad humana se ha defendido el aborto de las mal llamadas 'vidas que no vale la pena vivir'", puesto que "hemos perdido de vista cada vez más la fuente trascendente de la dignidad humana. Hemos perdido de vista a Dios… Si no hay Dios, no hay humanidad. Nos convertimos en cosas". Haas aseveró que "el reconocimiento de la existencia del Creador es una conclusión a la que podemos y debemos llegar por la razón" y que, sin embargo, "el subjetivismo moral ha llegado trágicamete a establecer una tiranía de los poderosos sobre los débiles". Finalmente alentó: "Qué mejor lugar para la interacción entre jóvenes y ancianos que la familia".

La ponencia del arzobispo Chomalí 'sobre la misión de la Bioética personalista al servicio de la Vida Plena' se salió de una exposición estrictamente académica e interpeló al auditorio, con material audiovisual, a acompañar la firme y fundamentada defensa de la cultura de la vida con el compromiso social efectivo en favor de los descartados de la cultura y la sociedad actual.