Círculo Ánglico D: «Francisco y el pueblo de la Iglesia merecen un texto mejor en que las ideas no se pierdan en medio de la confusión»

El Círculo Ánglico D que moderó el cardenal Collins, y en el que el arzobispo Chaput ejerció de relator, encontró "gran parte del texto defectuosa o inadecuada, especialmente en su teología, su claridad, su confianza en el poder de la gracia, su uso de la Escritura y su tendencia a ver el mundo a través de ojos exageradamente occidentales", y pidió "una seria reflexión sobre la ideología de género y un tratamiento más profundo de la naturaleza destructiva de la pornografía".

Autor: VenL. / Fuente: VIS.

EL ACTUAL ES "CAÓTICO", "SIN LÓGICA" Y "POLÍTICAMENTE CORRECTO".

Cardenal Collins.

Quienes participamos en el Círculo D agradecemos al Papa Francisco por haber convocado este Sínodo, y nos sentimos honrados de tomar parte en su proceso. También queremos expresar nuestra gratitud por el duro trabajo plasmado en el Instrumentum Laboris. Sugerimos que el documento debería empezar justo como cuando comenzamos cualquier celebración de la Misa, con una especie de Confíteor, poniéndonos en medio de los fracasos de los miembros de la Iglesia, en lugar de juzgarlos desde el exterior. Tenemos que reconocer y pedir perdón por nuestros propios errores como pastores, especialmente los que han socavado la vida familiar.

Destacamos dos observaciones generales:

  • En primer lugar, mientras que varios elementos del Instrumentum Laboris son admirables, encontramos gran parte del texto defectuosa o inadecuada, especialmente en su teología, su claridad, su confianza en el poder de la gracia, su uso de la Escritura y su tendencia a ver el mundo a través de ojos exageradamente occidentales.
  • En segundo lugar, nos sentimos limitados en nuestra capacidad de responder por no saber con claridad a quién va dirigido el documento. En otras palabras, ¿estamos escribiendo para el Santo Padre, para las familias de la Iglesia, o para el mundo?

La mayor parte de nuestro grupo sintió que el Instrumentum Laboris debe comenzar con las esperanzas en lugar de con los fracasos, debido a que un gran número de personas ya viven con éxito la buena noticia del Evangelio sobre el matrimonio. Nuestro grupo expresó su preocupación de que los lectores simplemente ignorarán el documento si éste empieza con una letanía de puntos negativos y de problemas sociales en lugar de con una visión bíblica de la alegría y de la confianza en la Palabra de Dios con respecto a la familia. La enorme nube de desafíos que impregnan la primera sección del texto crea involuntariamente una sensación de desesperación pastoral.

Varios miembros del grupo consideraron que la Sección II debe preceder a la Sección I. Otros apoyaron la disposición actual del texto. Una preocupación compartida fue que la mayoría de la gente no va a leer un documento denso o muy largo. Esto hace que la sección inicial del Instrumentum Laboris sea de vital importancia; que es necesaria para inspirar y para informar. Además —recordando el trabajo de Aparecida— algunos miembros subrayaron que el enfoque del texto debe ser Jesús, por quien se describe e interpreta la situación actual del mundo. Siempre debemos comenzar con Jesús.

Si el matrimonio es una vocación, y creemos que lo es, no podemos promover esas vocaciones hablando primero de sus problemas. Puesto que la Trinidad es la fuente de la realidad, y porque todas las comunidades se originan en la comunidad de la Trinidad, algunos han pensado que la Trinidad debe ser el punto de partida del documento. Los miembros señalaron que en sus cartas, San Pablo escribía con frecuencia un prólogo de alabanza a las personas cuyos pecados iba a criticar a continuación. Este es un estilo común y eficaz en sus epístolas.

Nuestro grupo ha pensado que hay una serie de elementos que faltan en el texto: una seria reflexión sobre la ideología de género, más reflexión sobre la pastoral de los diferentes, el papel de los padres y del hombre, así como el papel de la mujer, y un tratamiento más profundo de la naturaleza destructiva de la pornografía y otros malos usos de la tecnología electrónica.

Varios miembros criticaron muchos de los párrafos de la primera sección. Algunos pensaban que la presentación era caótica, sin lógica inherente. Frases que parecen lanzadas juntas pero sin ninguna conexión orgánica entre sí. Algunos pensaban que el texto funcionó bien porque, a día de hoy, la familia, de hecho, se enfrenta a graves problemas. Es por eso que estamos aquí en el sínodo: para hacer frente a esos problemas; y las personas que sufren quieren ver su realidad tratada en lo que decimos. Así que es importante hablar de una manera que vaya a llamar la atención de la gente.

Otros pensaban que el texto carece de elementos que puedan atraer a la gente. Si el documento está destinado al público en general, consideraron que las historias de la vida familiar, o la vida de los santos, deben ser incluidas junto con ilustraciones para hacer el material más convincente. Hicieron hincapié en la necesidad de revisar el lenguaje del documento y asegurarse de que se hace un llamamiento a hombres y mujeres, sin dejar a nadie fuera.

Hay miembros preocupados de que la traducción en inglés no sea fiel al texto italiano oficial. Otros se quejaron de que muchas de las declaraciones del documento eran demasiado generales y no lo suficientemente específicas. Incluso otros sintieron que el texto tiene muchas generalizaciones inexactas, y que es prolijo y repetitivo. Ha habido miembros que dijeron que algunas de las secciones parecen de ámbito reducido e inspiradas excesivamente en las preocupaciones de Europa Occidental y América del Norte, en lugar presentar la situación global de manera real.

Algunos de los miembros pensaron que términos como “naciones en desarrollo” y “países avanzados” es condescendiente e inapropiado para un documento de la Iglesia. Otros pensaban que el lenguaje del texto es demasiado cuidadoso y políticamente correcto, y debido a eso, el contenido es poco claro y a veces incoherente. Algunos párrafos contienen puntos extraordinariamente buenos, pero han sido abordados brevemente y de forma poco desarrollada. Parecen estar simplemente ahí juntos, tirados y listados, en lugar de presentados lógicamente.

En general, los miembros consideraron que el Papa Francisco y el pueblo de la Iglesia merecen un texto mejor, uno en que las ideas no se pierdan en medio de la confusión. Nuestro grupo sugiere que el texto debe ser entregado a un único editor para su aclaración y refinamiento. El material actual es, obviamente, el trabajo de un comité. Debido a ello, carece de belleza, claridad y fuerza.

Por último, los miembros sintieron fuertemente que incluso en situaciones difíciles, tenemos que subrayar el hecho de que muchas familias cristianas sirven de contratestimonio de las tendencias negativas del mundo por la forma en que viven fielmente la visión católica del matrimonio y de la familia. Estas familias necesitan ser reconocidas, honradas y alentadas por el documento. Así, la primera sección del texto Instrumentum Laboris, que trata de la “observación” de los hechos, debería destacar lo buena tanto como lo malo y lo trágico. La santidad heroica no es un raro ideal y no sólo “posible”, sino común y vivido vigorosamente en gran parte del mundo.

 

Traducción al castellano por David Saiz.