El padre Mourad asegura que un amigo musulmán lo ayudó a escapar del Estado Islámico

El sacerdote sirio y prior del monasterio de Mar Elian, Jacques Mourad, sostuvo que logró escapar del Estado Islámico, gracias a que un amigo musulmán colaboró para que huyera. Relató que se disfrazó para dejar de Al Qariatayn, donde estaba secuestrado. "Me fugué en una moto con la ayuda de un amigo musulmán. Pero ahora estoy trabajando con un sacerdote ortodoxo y otros amigos beduinos y musulmanes para liberar a los otros 200 cristianos que siguen prisioneros. Esto es el milagro que el buen Dios me ha dado: mientras era prisionero esperaba el día de mi muerte, pero con una gran paz interior", afirmó el padre Mourad. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

ESTUVO SECUESTRADO 5 MESES.

El sacerdote sirio y del monasterio de Mar Elian, Jacques Mourad, que fue raptado hace 5 meses junto a otro joven por los yihadistas que llegaron de Al Qariatayn, aseguró que escapó de su encierro gracias a la ayuda de un amigo musulmán. El prior relató que se disfrazó para dejar Al Qariatayn y poder huir del Estado Islámico.

"Me fugué en una moto con la ayuda de un amigo musulmán. Pero ahora estoy trabajando con un sacerdote ortodoxo y otros amigos beduinos y musulmanes para liberar a los otros 200 cristianos que siguen prisioneros. Hoy mismo, por ejemplo, pudieron escapar otros 40 cristianos. Esto es el milagro que el buen Dios me ha dado: mientras era prisionero esperaba el día de mi muerte, pero con una gran paz interior. No tenía ningún problema de morir por el nombre de Nuestro Señor, no sería ni el primero ni el último, sino uno entre los millares de mártires por Cristo. Quiero agradecer a todos aquellos que han rezado por mi liberación. Verdaderamente es un milagro que un sacerdote fuera liberado de las manos del Estado Islámico, milagro que la Virgen María ha hecho por mí", afirmó.

Además, contó como fue su secuestro y cautiverio. "Los primeros cuatro días estuvimos en las montañas, encerrados en el auto del monasterio del cual fuimos raptados. Para el 11 de agosto fuimos conducidos cerca de Palmira, donde están prisioneros otros 250 cristianos de la ciudad de Al Qariatayn. Casi todos los días había alguien que entraba a mi prisión y me preguntaba: '¿qué eres?'. Yo respondía: 'soy nazareno, es decir cristiano'. 'Entonces eres un infiel', gritaban. 'Visto que eres un infiel, si no te conviertes al Islam te degollaremos con un cuchillo'", aseguró el sacerdote, quien se negó a firmar el "acta de renuncia al cristianismo" que los extremistas quisieron imponer a los cristianos secuestrados.