Embajadora de Hungría en España: «¿Quién puede contradecir que las raíces de nuestra civilización se encuentran en el cristianismo?»

El diario digital Actuall entrevistó a Eniko Gyori, embajadora húngara en España, quien lamentó que "los valores cristianos no están bien vistos por Bruselas", por la Unión Europea, y subrayó que "quien hace unas declaraciones a favor de estos valores corre un riesgo político".

Autor: VenL. / Fuente: Actuall.

"ESTAMOS MUY ORGULLOSOS DE ESTAS RAÍCES".

Les ofrecemos a continuación algunas de las preguntas y respuestas de la entrevista:

En estos cinco años ya levantaron ampollas en la UE por la mención a los valores cristianos en la constitución de Hungría.

Hablamos muy claramente del cristianismo y eso no quiere decir que todo el mundo tenga que ser cristiano. ¿Quién puede contradecir que las raíces de nuestra civilización se encuentran en el cristianismo y en la cultura grecorromana y judeocristiana? El cristianismo jugó un papel muy importante para que el pueblo húngaro sobreviviera en una zona tan complicada como Europa central.

Tampoco podrá sorprender que en Bruselas no haya gustado la mención que se hace en la Constitución del rey Esteban, santo patrón de Hungría.

Muchos de los valores actuales figuran en el Tratado de Lisboa. Es que son razones históricas. Para conservar el Estado húngaro fue muy importante el cristianismo.

En cambio, en la Constitución Europea ni rastro del cristianismo.

Quienes intentaron introducir los valores cristianos en la Constitución europea fracasaron, pero al menos en Hungría están amparados. Estamos muy orgullosos de estas raíces. No es una interpretación de la religión, es un hecho.

¿Aquello es la prueba de que desde Europa se intenta imponer una moral laicista?

Los valores cristianos no están bien vistos por Bruselas, en el fondo quieren decidir por nosotros. La corrección política no acepta nuestra Constitución, pero fue aprobada por dos tercios del parlamento húngaro, e incluso antes se realizó una consulta popular. Estos valores no van contra nadie.

El presidente Víctor Orban ya ha vivido algún desencuentro.

Recibimos muchísimas críticas desde la segunda etapa del gobierno de Orban. El problema principal que tienen con Orban es que dice lo que piensa, y eso en la Europa del siglo XXI es políticamente incorrecto. Pero los húngaros le aprecian por eso, porque es sincero. No seamos tan hipócritas. Los húngaros no creemos en una unión sin pueblos ni naciones.

Hoy parece que hablar de familia y patria es un desafío…

Los valores tradicionales -cristianismo, protección de la vida y familia- no están de moda. Pero estoy convencida de que en realidad esto es importante para todos los europeos.

¿Por qué la UE quiere despojar los valores cristianos de los países miembros?

En el siglo XXI quien hace unas declaraciones a favor de estos valores corre un riesgo político. Tendríamos que respetarnos. No debe existir el pensamiento único. La libertad para nosotros significa que todo el mundo piense lo que quiera, el problema es que en nombre del liberalismo quieren inmiscuirse en cuestiones donde la UE no tiene competencias.