Obispo de España lamenta que algunos hayan «tenido la osadía de proponer que la Iglesia suprima la enseñanza de Jesús» sobre el matrimonio

El obispo de Córdoba, España, Demetrio Fernández, lamentó que algunos hayan "tenido la osadía de proponer que la Iglesia suprima la enseñanza de Jesús" sobre el sacramento del matrimonio, "como si la Iglesia pudiera hacer lo que quisiera, incluso contradiciendo la enseñanza de su Maestro", olvidando que "la Iglesia no es dueña arbitraria, sino esposa fiel de su Señor". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: InfoCatólica.

"LO QUE DIOS HA UNIDO QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE".

El obispo de Córdoba, España, Demetrio Fernández, lamentó que algunos hayan "tenido la osadía de proponer que la Iglesia suprima la enseñanza de Jesús", tras recordar las palabras de de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio y la prohibición del divorcio, en su carta semanal dedicada al Sínodo de la Familia, que comenzará el 4 de octubre próximo.

"'Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre'. Algunos han tenido la osadía de proponer que la Iglesia suprima esta enseñanza de Jesús, como si la Iglesia pudiera hacer lo que quisiera, incluso contradiciendo la enseñanza de su Maestro. Pero la Iglesia no es dueña arbitraria, sino esposa fiel de su Señor. Y cuenta con la gracia de Dios para llevar a la práctica lo que parece imposible para los hombres, pero es posible para Dios. Manteniendo firme la enseñanza del Señor, que es lo único que puede hacer feliz el corazón del hombre, la Iglesia quiere acercarse a sus hijos que sufren por la fractura de su matrimonio. Y quiere tender su mano hacia los que viven separados o divorciados, e incluso han comenzado una nueva relación. Quiere acogerlos como hijos, de manera que no se sientan excluidos o excomulgados, quiere incorporarlos a la vida de la Iglesia, en la parroquia, en la diócesis, en las asociaciones, aunque no puedan recibir los sacramentos", sostuvo Fernández.

Sobre los procesos de nulidad matrimonial que reformó Francisco, el prelado afirmó que "no se trata de un divorcio exprés a lo católico", dado que lo que Dios unió, no lo puede separar el hombre. "Nadie por tanto puede deshacer, ni siquiera el Papa, lo que Dios ha unido por voluntad de los esposos en el sacramento del matrimonio. La sentencia eclesiástica no es un divorcio, sino un reconocimiento de que allí no hubo matrimonio. Tendremos que explicar bien esto a los fieles. Porque es muy importante la reforma del proceso, pero no debe inducir a equivocación de que la Iglesia acepta el divorcio. El matrimonio en el plan de Dios sigue siendo indisoluble, uno con una para toda la vida", afirmó. Además, pidió oraciones por Sínodo. "Oremos por el Sínodo de los Obispos para que, junto al Papa, orienten al mundo de hoy sobre los caminos pastorales para ayudar a la familia a cumplir su vocación y su misión hoy", exhortó.