Católicos de Shanghai conmemoran 60 años de grave ataque comunista

El cardenal y obispo emérito de Hong Kong, Joseph Zen, se reunió en Roma con católicos de Shanghai para rememorar con una Misa el 60 aniversario de un gran ataque perpetrado por comunistas el 8 de septiembre de 1955. Los comunistas acusaron al obispo de Shanghai en 1955 de apoyar a la Legión de María, considerada por el régimen como una enemiga, y el haber excomulgado a los católicos que se unieron a la Asociación Patriótica. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Gaudium Press.

ARRESTARON A 1 OBISPO Y 50 SACERDOTES.

El cardenal Ignatius Kung Pingmei junto a San Juan Pablo II.

El cardenal y obispo emérito de Hong Kong, Joseph Zen, se reunió en Roma con católicos de Shanghai para rememorar con una Misa el 60 aniversario de un gran ataque perpetrado por comunistas el 8 de septiembre de 1955. En la festividad de la Natividad de Virgen María, las autoridades del régimen arrestaron al obispo de Shanghai, Ignatius Kung Pingmei, que sería creado cardenal, y a otros 50 sacerdotes, entre los que se encontraban Joseph Fan Zhongliang y Aloysius Jin Luxian, obispo coadjuntor y auxiliar, designados posteriormente.  

La conmemoración fue organizada por un sacerdote residente en Taiwán, Matteo Chu, cuyo hermano, el vicario general de la Iglesia Subterránea de Shanghai, Zhu Yude, no obtuvo permiso de la autoridades para viajar a Roma para el evento, que se recordó también localmente entre los miembros de la Iglesia clandestina del país asiático. Los comunistas acusaron al obispo de Shanghai en 1955 de apoyar a la Legión de María, considerada por el régimen como una enemiga, y el haber excomulgado a los católicos que se unieron a la Asociación Patriótica, la organización oficialista que intenta aún en la actualidad intenta controlar el apostolado de la Iglesia.

Además de arrestar al prelado Ignatius Kung Pingmei y los presbíteros encerraron a 300 laicos acusados de ser miembros de la Legión de María y otros 1.000 acusados de cometer supuestos crímenes que atentaban la denominada revolución. El obispo Pingmei fue condenado a cadena perpetua y su único discurso público al ser obligado por los comunistas a confesar sus supuestos crímenes fue: "¡Viva Cristo Rey. Viva el Papa!". Los sacerdotes que sobrevivieron a la persecución de 1955 regresaron a Shanghai en 1980, y formaron la "Iglesia subterránea" local, para continuar su ministerio de forma independiente a las autoridades y en fidelidad a la Santa Sede. Actualmente, de ellos solo viven 2 sacerdotes, Yan Zhi'en y Lu Peiyuan de 93 años. Este último, aún tiene buena salud y celebra hasta 3 misas en un día. 

Obispos clandestinos en China