Aprueban apariciones de la Santísima Virgen, Mediadora de Todas las Gracias

El arzobispo de Lipa, Filipinas, Ramón Argüelles, emitió el pasado 12 de septiembre, fiesta del Santo Nombre de María, el decreto de reconocimiento oficial de las apariciones de la Santísima Virgen en un Convento Carmelita en 1948, durante las cuales Nuestra Señora se presentó bajo el título de Mediadora de Todas las Gracias, una advocación que ha despertado una notable devoción popular.

Autor: VenL. / Fuente: Gaudium Press.

PRIMERA EN FILIPINAS.

El decreto oficial establece que "los eventos y apariciones de 1948, conocidos como el fenómeno mariano de Lipa y sus secuelas incluso en tiempos recientes, de hecho exhiben un carácter sobrenatural y son dignas de ser creídos". El prelado recomendó a los fieles promover la devoción a la Santísima Virgen bajo el "reverenciado y digno título" de Mediadora de Todas las Gracias.

El arzobispo reconoce en su decreto que "el título Mediadora de toda gracia ha sido adscrito a la Santísima Madre de Dios ya en tiempos pasados durante el período de los Padres de la Iglesia más tempranos", así como la promoción de la proclamación de este título como dogma de fe por parte del Cardenal Mercier en Bélgica y la Consagración de China a María, Mediadora de todas las Gracias, en 1942, y el hecho de que "la Santísima Madre se apareció a una postulante carmelita llamada Teresita Castillo en varias oportunidades en 1948 dándose a conocer como la Mediadora de Todas las Gracias".

Como testimonio de la veracidad de los hechos, el arzobispo recordó los sufrimientos y humillaciones padecidas por la vidente, a quien solamente de manera póstuma se reconoció su sumisión a la voluntad de Dios y su santidad de vida, de acuerdo a la advertencia de la Santísima Virgen durante los hechos: "Tú vas a sufrir, serás ridiculizada, pero no temas, porque tu fe te llevará al Cielo".

Reconocidas personalidades como el primer obispo auxiliar de Lipa fueron relegadas por haber manifestado su creencia en la aparición, obedeciendo cristianamente las decisiones de las autoridades eclesiásticas. Asimismo, Argüelles afirmó que el decreto anterior que negaba el carácter sobrenatural de los hechos en 1951 tuvo, "desde el temprano inicio", "una sombra de duda", ya que los firmantes que dieron testimonio contrario expresaron al final de su vida que sí creían en la veracidad de las apariciones.

Las restricciones a la promoción de esta devoción fueron retiradas en 1963 por el administrador de la diócesis de Lipa tras el fallecimiento del obispo, siendo finalmente retirado el veto de manera oficial por parte del arzobispo de Lipa, Mariano Gaviola, el 16 de julio de 1992, después de "la debida oración y estudio".

Según el arzobispo, la devoción popular a la Mediadora de Todas las Gracias no menguó ni durante el tiempo de prohibición, ni después de éste, e incluso a pesar del "supuesto veto", "la diócesis de Digos y la diócesis de Kidapawan son puestas bajo la tutela de María, Mediadora de Todas las Gracias", así como varias parroquias en otras regiones del país. Argüelles instituyó los Días Marianos de Oración y Peregrinación a Lipa en septiembre de 2004, y este evento se ha replicado alrededor del mundo, siempre con la aprobación de las autoridades eclesiásticas locales.

La advocación fue ratificada nuevamente en 2009, así como la recomendación de Gaviola sobre la "devoción a la Mediadora de Toda Gracia donde quiera que se encuentren los creyentes y amantes de la Santísima Madre", y la devoción mostró un gran crecimeinto tanto en la peregrinación anual de Lipa como en la Regata, procesión fluvial en su honor. Diferentes obispos y arzobispos han recomendado a sus fieles tomar parte en las peregrinaciones.

Argüelles atribuye a "la Santísima Virgen Madre bajo el título de Mediadora de Todas las Gracias", el liderazgo de la "Filipinas católica y mariana en su lucha decidida en defensa de la vida, la sacralidad de la institución del matrimonio, la integridad de la familia y la importancia de la unión natural y sobrenatural entre marido y mujer". Para el prelado, la ayuda de la Santísima Virgen es "esencialísima, en la medida que Filipinas, Pueblo Amante de María", tiene una gran relevancia en la defensa de la creación, la renovación de sí mismo desde su fe en Dios, "el rechazo de la prevalencia del materialismo, el secularismo y el ateísmo" y la promoción de una "cultura de bondad, amor, generosidad, desinterés, el compartir, y la solidaridad entre los individuos y naciones".

Tras enumerar estas y otras razones para tomar la decisión, Argüelles anunció su resolución en la parte final del decreto:

"Por esto, yo, por la gracia de Dios y la autoridad de la Sede Apostólica, el séptimo obispo de esta Iglesia local de Lipa, el quinto Arzobispo de esta Sede Metropolitana, el más indigno servus Ancillae filius (siervo de los hijos de la Esclava), declaro con certeza moral y con las mejores intenciones y esperanzas en mente, buscando el cumplimiento de las normas de la Santa Sede, actuando por la mayor Gloria de Dios y comprobando siempre el mayor amor por la Santa Madre Iglesia,

que los eventos y aparición de 1948 conocidos también como el fenómeno mariano de Lipa y sus secuelas incluso en tiempos recientes de hecho exhiben carácter sobrenatural y son dignos de creencia. Por esto motivo la devoción a la Santísima Madre María bajo su reverenciado y digno título de Mediadora de Toda Gracia".