Iglesia en Argentina advierte la ligereza jurídica y los errores del nuevo Código Civil

El presidente del Tribunal Eclesiástico Platense, Javier Fronza, aseveró que el nuevo marco legal posee errores conceptuales sobre lo que es persona, la familia, el compromiso y la sexualidad, entre otros puntos, que termina "sumergiéndonos en una nebulosa donde no se distinguen los conceptos fundantes de la sociedad humana y todo se presenta confuso". "Sería equivocado permitirse falsear la verdad desconociendo la regulación desigual que merecen situaciones distintas. Como consecuencia, la sociedad pluralista se convierte en una sociedad farandulera donde prevalece el exhibicionista más poderoso", afirmó el sacerdote. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: AICA.

PROVOCÓ INCERTIDUMBRES Y PERPLEJIDADES EN GRAN PARTE DE LA SOCIEDAD.

El sacerdote y presidente del Tribunal Eclesiástico Platense, Javier Fronza, indicó la ligereza jurídica y errores presentes en el Código Civil y Comercial, y aseguró que provocó "incertidumbres y perplejidades" en gran parte de la sociedad, tras entrar en vigencia el 1 de agosto pasado. "Sería equivocado permitirse falsear la verdad desconociendo la regulación desigual que merecen situaciones distintas, pues entonces no se respetaría lo diverso. Como consecuencia, sin respeto a la verdad y a la diversidad, la sociedad pluralista se convierte en una sociedad farandulera donde prevalece el exhibicionista más poderoso", afirmó. 

Fronza aseveró que el nuevo marco legal posee errores conceptuales sobre lo que es persona, la familia, el compromiso y la sexualidad, entre otros puntos, que termina "sumergiéndonos en una nebulosa donde no se distinguen los conceptos fundantes de la sociedad humana y todo se presenta confuso". "El nuevo Código constituye un motivo de preocupación y que, en realidad, nos afecta a todos como sociedad, el no distinguir entre varón y mujer a los efectos de definir quiénes pueden unirse en matrimonio; la desaparición de algunos requisitos del matrimonio, como la fidelidad, y el aumento de los requisitos del concubinato; la simplificación de los trámites para solicitar el divorcio sin requisitos temporales de duración, ni invocar causal, pudiendo incluso divorciarse sin anoticiar al otro cónyuge; la aparición de uniones convivenciales, pactos de convivencia y otros institutos que consolidan el concepto de vida común, es decir, convivencias entre personas sin casarse, al margen de la condición sexual", aseguró el jurista eclesiástico.

Frente a esta situación, el presbítero argumentó que la familia fundada en el matrimonio "es un bien necesa­rio e imprescindible para toda la sociedad, que tiene un verdadero y propio derecho, en justicia, a ser reconocida, protegida y promovida por el conjunto de la sociedad", y lamentó que este bien precioso y necesario de la humanidad sea vulnerado. "No debe olvidarse que el matrimonio y la familia son instituciones tan importantes en la vida de los hombres y de las naciones que no puede pensarse que, para conocer sus aspectos esenciales, haya que esperar a disponer de unos instrumentos científicos especialmente sofisticados, de tal modo que hasta ese momento la humanidad habría permanecido en la oscuridad. El nuevo Código genera una laguna legal al no establecer una regulación clara del mismo, tal como lo entiende la mayoría de los miembros de las sociedades del mundo desde hace más de 2.000 años. No olvidemos a los juristas romanos, y recordemos que la sociedad donde todo es igual, nada vale en sí mismo; y si no logramos integrar en la sociedad las realidades distintas, la sociedad misma se desintegra", aseveró.