Arzobispo en Estados Unidos: «La fundamental injusticia en nuestra sociedad es el asesinato de inocentes no nacidos a través del aborto»

El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, resaltó el carácter sagrado de la vida humana."¡Nuestro reto como cristianos es cambiar y convertir esta cultura!, arrancarla de la oscuridad de la muerte y llevarla hacia la luz de la vida. Si el niño en el vientre no tiene derecho a nacer, si los enfermos y los ancianos no tienen derecho a ser atendidos, entonces no existe una base sólida para defender los derechos humanos de nadie", aseguró. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: ACI Prensa.

CRITICÓ LAS IDEOLOGÍAS QUE PROMUEVEN LA CULTURA DEL DESCARTE.

El arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, aseveró que "la fundamental injusticia en nuestra sociedad es el asesinato de inocentes no nacidos a través del aborto y la matanza a los enfermos e indefensos por medio de la eutanasia y el suicidio asistido" al resaltar el carácter sagrado de la vida humana y criticar las ideologías que promueven la cultura del descarte, en el el discurso de apertura de la Conferencia de Liderazgo Nacional Pro-Vida Diocesana en Kansas City, Estados Unidos.

"Todo lo que hacemos se basa en la verdad del Evangelio. La hermosa verdad de que toda vida humana importa, porque toda vida humana es sagrada y creada por el designio de amor de Dios. Estamos viviendo en una cultura donde hay mucha confusión y conflicto cuando hablamos del significado de la creación y la vida humana. Incluso ha aumentado nuestra indiferencia hacia la crueldad y la injusticia que nos rodean. En una sociedad sin Dios, el ser humano se convierte en insignificante. El valor de la vida humana se mide de acuerdo a su productividad o eficiencia. Sin Dios no sabemos quiénes somos o para qué estamos aquí", sostuvo Gómez. 

El prelado pidió a los fieles a que llamen a la sociedad una vez más para que redescubra "la santidad, la dignidad y el destino trascendente de cada ser humano, que ha sido creado a la imagen de su Creador". "No es suficiente criticar la crueldad de esta cultura. ¡Nuestro reto como cristianos es cambiar y convertir esta cultura!, arrancarla de la oscuridad de la muerte y llevarla hacia la luz de la vida. Si el niño en el vientre no tiene derecho a nacer, si los enfermos y los ancianos no tienen derecho a ser atendidos, entonces no existe una base sólida para defender los derechos humanos de nadie", aseveró.