Vicepresidente de Conferencia Episcopal de Bolivia solicita al Gobierno de Evo cambiar de actitud y permitir un diálogo sincero

El obispo de Potosí, Ricardo Centellas, pidió al Gobierno presidido por Evo Morales que permita un dialogo "verdadero, libre, respetuoso, sincero sin ningún tipo de excusa", dado que sólo si hay "actitud de humildad, actitud de pequeñez, actitud de respetar al diferente se puede establecer un diálogo y sin condiciones". 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Iglesia Viva.

ANTE TENSA SITUACIÓN POR HUELGA DE HAMBRE EN LA CIUDAD.

El obispo de Potosí y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), Ricardo Centellas, solicitó al Gobierno de Evo que cambie de actitud y permita un dialogo "verdadero, libre, respetuoso, sincero sin ningún tipo de excusa", dado que sólo si hay "actitud de humildad, actitud de pequeñez, actitud de respetar al diferente se puede establecer un diálogo y sin condiciones", durante una Misa en el atrio de Catedral local, ante cientos de fieles.

"Le pedimos a Dios que nos bendiga en este camino en esta lucha por la justicia. Le pedimos a Dios que nos bendiga para que nos mantengamos unidos, pero también en este momento queremos pedir a Dios, queremos pedir a todos los que nos escuchan para que el Gobierno actual abra sus oídos, cambie de actitud y haga posible que se instale el diálogo. Solamente pedimos diálogo, esta tarde iba a comenzar a las dos el diálogo pero después de unas horas ese diálogo estaba prácticamente en la nada. Entonces queridos hermanos tenemos que rezar, tenemos que pedir a Dios para que reponga toda actitud de intransigencia y se haga posible el diálogo", aseguró el prelado. La situación es muy tensa y se extiende también a La Paz. Varios grupos sociales piden la intervención del gobierno para dar respuesta a las peticiones de los trabajadores de las minas en la ciudad boliviana.

La Iglesia en Potosí abrió las puertas de 9 parroquias para recibir a los familiares de las personas que piden la intervención del gobierno para solucionar el problema de las minas y solicitan la liberación de los detenidos en los últimos días, por manifestarse para pedir justicia. La decisión de tomar esta extrema medida fue adoptada tras los violentos sucesos del 23 de julio en La Paz, que culminaron con 51 detenidos y tres heridos. "Es inadmisible que esto no se resuelva en Estado de derecho y que un problema del género lleve ya 18 días sin encontrar una solución. Somos conscientes de que las familias, las personas que están en el bloqueo, en las huelgas de hambre, están sufriendo, todos sufrimos y estamos experimentando las consecuencias de esta extrema medida. Seguir exigiendo al Gobierno de manera especial que se abra lo antes posible el diálogo. Queremos que se instale el diálogo, no se puede construir una sociedad, un pueblo, no se puede luchar por la dignidad de las personas y del pueblo poniendo barreras al encuentro fraternal, al encuentro sincero", aseveró el prelado en una conferencia de prensa.