Obispo auxiliar de Bagdad: «Si estamos tan mal en Irak y en el resto del Medio Oriente, es porque el mundo calla, no hace nada»

El obispo auxiliar de Bagdad de los Caldeos, Shelmon Warduni, aseveró que los "despiadados milicianos del Estado islámico no tienen misericordia". "Nos amenazan, nos atacan, nos persiguen, y matan sin un gramo de humanidad", sostuvo. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.

A UN AÑO DE LA PROCLAMACIÓN DEL CALIFATO ISLÁMICO.

Uno de los exponentes más representativos de la Iglesia católica de Irak, Shlemon Warduni.

El obispo auxiliar de Bagdad de los Caldeos, Shelmon Warduni, alertó el aumento de la violencia y de las persecuciones de cristianos y otras minorías religiosas por parte de los fundamentalistas islámicos, a un año de la proclamación de un Califato en Irak y Siria por parte del líder del  Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, el 29 de junio de 2014. "Cada vez está peor para nosotros los cristianos y para las demás minorías religiosas. Si estamos tan mal en Irak y en el resto del Medio Oriente, es porque el mundo calla, no hace nada", sostuvo.

"Los cristianos estamos en medio, entre dos fuegos. Como las demás minorías, buscamos solo nuestra sobrevivencia, pero cuando salimos de casa por la mañana no sabemos si volveremos por la tarde. Nos amenazan, nos atacan, nos persiguen. Los despiadados milicianos del Estado islámico no tienen misericordia, no tienen Dios. Matan sin un gramo de humanidad. El mundo solo se ocupa de los intereses económicos y vende armas para las masacres. Aquí gana el más fuerte, y los fabricantes de muerte se enriquecen con la sangre de miles de inocentes. Queremos paz y seguridad, pedimos solo poder vivir sin el miedo constante de ser atacados. No estamos tranquilos. La agitación aumenta mientras la paz se va alejando. En lugar de mejorar, la situación empeora cada día", aseveró.

Warduni afirmó que para frenar el avance de los yihadistas "los musulmanes moderados deben reaccionar ante la locura destructora del Estado Islámico y tratar de interactuar con toda la población y de colaborar con el resto de la sociedad", dado que los extremistas están cada vez más potentes y está activos ya no solo en Irak y Siria, sino que están ganando terreno en Afganistán y en África, donde algunos grupos que antes eran fieles a Al Qaeda les juraron fidelidad.