Iglesia en Camboya inaugura fase diocesana del proceso de beatificación de 35 mártires

El director nacional de las Obras Misionales Pontificias para la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya sostuvo que si se mira "hacia atrás a la situación de la Iglesia en Camboya antes, durante y después del régimen comunista de Pol Pot, se tiene la certeza de que esos pocos cristianos y mártires valientes han mantenido viva la luz de la fe".

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Vatican Insider.

"POR LA SANGRE DE ESTOS MÁRTIRES, LA IGLESIA RENACE HOY".

El obispo camboyano Joseph Chhmar Salas, muerto en campos de trabajo forzado bajo el régimen comunista de Pol Pot y de los Khmer rojos.

La Iglesia en Camboya inauguró oficialmente la fase diocesana del proceso de beatificación de 35 mártires asesinados o dejados morir bajo el régimen comunista de Pol Pot y de los Khmer rojos. El sacerdote y director nacional de las Obras Misionales Pontificias para la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya, Gustavo Adrián Benítez, aseguró que los 35 mártires murieron entre 1970 y 1977, y son nativos de Camboya, Vietnam y Francia. 

"Se trata de Joseph Chhmar Salas, obispo camboyano del Vicariato Apostólico de Phnom Penh entre 1975 y 1977, y de 34 compañeros suyos, entre sacerdotes, laicos, catequistas, misioneros, algunos de ellos miembros de la congregación de las Misiones Extranjeras de París (MEP). Con el inicio del proceso, se ha creado una comisión que reunirá todas las evidencias sobre la muerte de los 35, algunos asesinados, otros dejados morir de hambre y agotamiento. La apertura del proceso es importante a nivel histórico, porqué ayudará a los camboyanos a reconstruir su historia personal y sus raíces, pero sobre todo tiene un valor fundamentalmente espiritual: la Iglesia en Camboya, cancelada en hombres y estructuras, ha comenzado a vivir y crecer de nuevo. La gracia de Dios ha actuado incluso durante aquellos años oscuros. Y por la sangre de estos mártires, la Iglesia renace hoy", afirmó.  

Benítez sostuvo que si se mira "hacia atrás a la situación de la Iglesia en Camboya antes, durante y después del régimen comunista de Pol Pot, se tiene la certeza de que esos pocos cristianos y mártires valientes han mantenido viva la luz de la fe". El 17 de abril de 1975, los khmer rojos de Pol Pot entraron a Phom Penh, la capital de Camboya, e instauraron uno de los regímenes totalitarios más violentos en la historia de la humanidad, que asesinó a dos millones de personas y, en su ciego furor ideológico, destrozó instituciones sociales, culturales y religiosas. Miles de personas fueron deportadas a granjas comunitarias, mientras desaparecieron escuelas, bancos y hospitales. Se abolió cualquier tipo de religiosidad y de cultura, fueron ajusticiados los militares del régimen anterior, los funcionarios estatales, los intelectuales, los bonzos y los cristianos, indígenas o extranjeros.