Francisco: «La Eucaristía actualiza la Alianza que nos santifica, nos purifica y nos une en comunión con Dios»

"Nosotros siempre seguiremos siendo pobres pecadores, pero la Sangre de Cristo nos librará de nuestros pecados y nos restituirá nuestra dignidad", afirmó el Pontífice. 

Autor: Jennifer Almendras. / Fuente: Radio Vaticana.

EN LA SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI.

Francisco aseguró que "la Eucaristía actualiza la Alianza que nos santifica, nos purifica y nos une en comunión con Dios", al presidir la celebración de la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, en la Basílica de San Juan de Letrán.

"Jesús ha derramado su Sangre como precio y como baño sagrado que nos lava, para que seamos purificados de todos los pecados: para no disolvernos, mirándolo, saciándonos de su fuente, para ser preservados del riesgo de la corrupción. Y entonces experimentaremos la gracia de una transformación: nosotros siempre seguiremos siendo pobres pecadores, pero la Sangre de Cristo nos librará de nuestros pecados y nos restituirá nuestra dignidad. De esta manera la Eucaristía actualiza la Alianza que nos santifica, nos purifica y nos une en comunión admirable con Dios. La fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo debe vivirse con la alegría no solamente de celebrar este misterio, sino también de alabarlo y cantarlo por las calles de nuestra ciudad", afirmó.

Con la procesión al final de la Misa, que realizaría hasta la Basílica de Santa María la Mayor, Francisco pidió a todos expresar reconocimiento "por todo el camino que Dios nos ha hecho recorrer a través del desierto de nuestras miserias, para hacernos salir de la condición servil, nutriéndonos de su Amor mediante el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre". Además, pidió recordar a cristianos que no tienen la libertad para expresar su fe en Jesús. "Sintámonos unidos a ellos: cantemos con ellos, alabemos con ellos, adoremos con ellos. Y veneremos en nuestro corazón a aquellos hermanos y hermanas a los que ha sido requerido el sacrificio de la vida por fidelidad a Cristo: que su sangre, unida a aquella del Señor, sea prenda de paz y de reconciliación para el mundo entero", exhortó.